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Reseña “Un cuarto propio” y “Tres guineas” de Virginia Woolf (5/5)




Nº de páginas: 448 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: DEBOLSILLO

Lengua: CASTELLANO

ISBN: 9788490327463

Precio: 43.000 COP








Sinopsis
Dos obras ensayísticas sobre la condición femenina que se han convertido en un referente de la literatura del siglo XX.

Este volumen reúne dos referentes de la literatura del siglo xx. En Un cuarto propio (1929), un clásico de los estudios de teoría y crítica feminista, Woolf pone en tela de juicio ciertos temas que todavía hoy deben debatirse: la dependencia económica, el papel de la mujer en el seno familiar o su función como musa, con lo cual contrasta con su ausencia en la práctica artística. La frase «una mujer debe tener dinero y un cuarto propio si va a escribir ficción» es una de las citas más célebres del siglo. La autora retoma estas cuestiones en Tres guineas (1938), donde denuncia la discriminación y reivindica el derecho a la igualdad. Para Woolf, este es el único modo de construir un mundo racional y pacífico; un mundo en el que una dama puede contestar libremente a cualquier pregunta.



Opinión personal

Virginia Woolf es una mujer muy reconocida por su feminismo del siglo xx que se desarrollo en Inglaterra. Nació en 1882 en Londres y murió en 1941 aparentemente por un suicidio causado por un trastorno bipolar que sufrió a lo largo de su vida, a razón de la muerte de sus padres y de la perdida de una de sus hermanas. En 1941 la novelista y ensayista murió ahogada después de que decidiera acabar con su existencia lanzándose al rio Ouse.

Como la edición que me he leído contenía dos ensayos, empezare con “Un cuarto propio” escrito en 1929, el cual se realizó a partir de un tema sobre la mujer y las novelas. Está dividido en 6 capítulos que explica la importancia del pensamiento de la mujer, y como esta con el paso de los años ha ido consiguiendo un papel fundamental en la literatura inglesa.

A partir de esto ella resalta la importancia de “un cuarto propio” para las mujeres a la hora de escribir, no solo poesía sino también las novelas, esto lo hace dando una imagen mental de una biblioteca del museo británico donde comienza explicando que las mujeres antes del siglo XlX no tenían un espacio para “trabajar” y que incluso la historia a la hora de documentarlo, se encuentra dominado por el sexo masculino.

Siguiendo este mismo sistema imaginativo de una biblioteca, continuo unos años más adelante del librero tomando autoras reconocidas como Jane Austin, Emily Brontë, George Eliot, Charlote Brontë, etc para analizarlas. Toda ellas tiene en común varias cualidades, la primera es que al vivir en un mundo donde la mujer no puede salir y tener sus propias experiencias, ellas se ven obligadas mediante el uso de la escritura el fomentar el anhelo de estas, volviendo lo que Virginia Woolf llama el trabajo de un novelista: Volver realidad lo que no lo es, con el fin de convencer a aquellos que lo leen de que es real, porque si no lo hace este pierde la virtud de un novelista, todo lo hacen con su propio estilo de mujer y que con los años continua con este mismo. El segundo punto son los sentimientos que se hacen uso de ellos a la hora de trabajar en sus novelas, al haber esa falta de experiencias, muchas de estas mujeres se ven apresadas por la ira de la falta de este elemento tan importante necesario para escribir, se toma como ejemplo a Lady Winchelsea, quien se vio atormentada en su poesía por el miedo y el odio, en cambio Jane Austin quien le hacía falta de ese cuarto propio y escribía en la sala de su hogar, usando su propio estilo de mujer no se vio atormentada, e incluso su estilo llego más lejos que Lady Winchelsea que estaba en mejores condiciones, o Emily Brontë que ha falta de esa experiencia vendió los derechos de autor de sus novelas por 1500 libras, la cual era una miseria.

El punto más importante de su obra y el más conocido, era su personaje imaginario la “hermana de Shakespeare”, que era una mujer con los mismos dotes de escritor que su hermano, que incluso hipotéticamente pudo haber huido de su hogar como lo hizo Shakespeare, pero que por el hecho de ser mujer no pudo escribir y crear las obras tan majestuosas que su hermano creo y trascendió a la historia, en cambio ella no puedo ni siquiera actuar porque era tan raro como “un perro bailar”.

Su segundo ensayo “Tres guineas” es un ensayo menos fantasioso y más apegado a las biografías, periódicos y a los hechos, que fue escrito en 1938 con el fin de responder una pregunta que le hizo un hombre que tiene como oficio la abogacía y que es reconocido en Inglaterra.

¿Cómo evitar la guerra?

La autora responde esta pregunta con tres capítulos, cada con el fin de responder tres cartas para la donación en favor a la mujeres: La primera va dedicada a la Tesorera Honoraria del Trinity college, la que en sentido vulgar son las escuelas donde nace la educación antes de entrar a la universidades Oxford y Cambridge, sin embargo ella resalta que las mujeres no tienen acceso a esa educación, y al no tenerla se ven obligadas a recibir un educación privada y ajena a las experiencias necesarias para entender la necesidad de la guerra que denomina como instinto del sexo masculino, en esta primera carta habla de donar una guinea con unas condiciones, que el college siendo pobre y sin apoyo sea libre de pensamiento y de fácil moldeamiento para aquellas estudiantes que van a él, que ni siquiera tenga obstáculos y miedo de hablar por parte del miembro de la docencia y que se enseñen la materias dignas de la pobreza y la libertad.

El segundo capítulo va dedicado al mayor derecho que las mujeres “inglesas” se han podido ganar, “el derecho a ganarse la vida”, según Virginia este es un derecho que permite la independencia de pensamiento a base del económico, ya que da la posibilidad de la crítica femenina a la sociedad y da las bases para una igualdad de trabajos y salarios, sin embargo el trabajo contagia la angustia del hombre, la cual la escritora opina que la forma de evitar el contagio del pensamiento masculino es continuar con las 3 virtudes de la educación privada, que son: La castidad que es “el dinero necesario para sobrevivir” la cual impide la venta de la mente, la burla que se define como aquella “que es rechazar la publicidad de lo méritos que se le otorguen” como las medallas, vestimentas y menciones honorificas, y por ultimo esta la libertad  con respecto a lealtad irreales que es “renunciar a todos los orgullos” como el de la nación, sexo, religión y estudios.

Por último el tercer capítulo habla de la independencia de la mujer de la sociedad, ellas pueden aportar los fondos por mínimos que sean para evitar la guerra, y cumplir con el objetivo que tanto hombres y mujeres buscan cumplir, que son los de la libertad, igualdad y fraternidad, sin embargo no pueden firmar la unión de la sociedad porque las mujeres tienen pensamientos diferentes y maneras de ayudar distintas, esta agrupación de elasticidad en sí misma es “la sociedad de las marginadas” la cual usaran la indiferencia y la independencia como ayuda no solo para evitar el conflicto, sino también con el fin de acabar con la “fijación infantil”, que es el aspecto psicológico que hace que los hombres mediante sus emociones y acciones no acepten la emancipación de la mujer en ningún ámbito.

En mi opinión es un libro redactado de una forma complicada pero que se puede entender, me ha enseñado muchas cosas de las mujeres, y uno de las cosas que más note es que solo uso el termino feminismo una vez, máximo dos veces, y solo para decir que es un término corrupto, me ha abierto una puerta en el cual quiero leer más sobre lo que es el feminismo, y más hoy en pleno siglo XXl cuando muchos desacreditan a este movimiento, pues algo que he aprendido y que no se puede permitir, es la combinación de sexo masculino con el femenino, ambos son tan diferentes y se necesita que se expresen a sus maneras que se permita su desarrollo, porque esa fijación de la competencia garantiza un mundo de igualdad, libertad y fraternidad que Virginia Woolf quería.

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