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Caminando solo

Hace mucho tiempo existía un chico que se sentía solo, deseoso de encontrar un alma que lo amara juntos con sus demonios. Ese chico buscando y buscando se enamoró de otra alma por la cual se sentía feliz y lo entrego todo, su corazón, sus risas, su felicidad por esa otra alma, pero cuando fue a recibir se encontró que no había nada, su corazón se murió y con ello su ser.


Todos los días después de eso se encierra en un libro, quiere aprender más y ser acompañado por la soledad como una buena amiga, tiene una rutina que se repite y se repite, sale cuando la luna se va a dormir y el sol se levanta, coge un transporte lleno de almas dormidas por la tranquilidad de la noche para continuar con lo que habían dejado el día anterior.

Ese mismo chico siempre está ausente de su espacio, conectado a la música como otro medio de imaginación, vagando por su propia mente e imaginando todas las cosas que puede y no pudo ser, imaginando cada centímetro de un mundo que sería más emocionante, más ameno.

Hoy ese chico es frio y pensativo, cogido de la mano de todos los demonios que ha aceptado y ha dejado que lo acompañen, aceptando lo que su propia naturaleza, lo que es y será, cambiando lo que quiere y afirmado cada centímetro de su propio cuerpo, redefiniendo y jerarquizando quien puede o no entrar a lo que es él, conocer su propio ser, y darse cuenta de que hay que ser egoísta consigo mismo si quiere vivir tranquilo en un mundo lleno de gritos que ensordecen a quienes quieren solidarizarse. 

No se dan cuenta que las personas que tienden a amar el conocimiento son violentas y calculadoras, tienden a querer saberlo todo, y evitar los errores que lo han marcado, todo esto conllevado por el egoísmo hacia sí mismo.


Así lo cree él, porque quiere conocer y aprender, encerrar y aceptar, darse cuenta de lo que es y quiere, y su conclusión es que quiere vivir solo e ilustrarse.
Eso es lo que quiere.

Ya que el mundo no tiene nada que ofrecerle.


-LectorQ-

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